Te dije que no me rendiría y yo lo he cumplido. Te dije que te ganaría siendo mejor que tú, y esto, tal vez. Te dije que no me dejaría caer ante ti, cumplí con creces, créeme. Te dije que me alejaría, me haría más fuerte, que tú no tenías la última palabra y hoy te respondo.

Me prometí a mi misma que no me volverías a hacer daño. Me prometí que escucharía tu voz de crío todos los días pero con la cabeza bien alta. Me prometí notar las risas de aquellos que un día se creyeron fuertes por sé iguales.

Grité que no volvería a llorar por todo el daño que me hacíais, siendo conscientes de vuestra inconsciencia por el daño que podíais hacer. Grité no volver a llorar cuando recordaba como me tocabais siendo cría, os creíais más fuerte ¿no?.

Lucharé todas las veces que hagan falta contra vosotros, carroña. Lucharé para vengarme de vuestras risas e  insultos, de aquellas acosadoras manos de crío tocándome por creer que era débil, por vuestro daño psicológico y por mil y una historias más que sucedieron.

Pero sobre todo, alzaré mi voz para que no se repita mi historia de colegio, alzaré mi bien más preciado para aquellas que cegaron y pasaron del tema en las próximas ocasiones no vean "lágrimas de cocodrilo" y vean ante sus ojos como una alumna está siendo acosada de varias formas y le crean. Alzaré mi voz para tener que borrar de mí mente, mí yo de pequeña queriéndose marchar para siempre.